Yubiza, Palmira

Primero que todo: Gracias ALBALÁ.

Hoy después de pasar un año y mirar quién soy, quiero dejar un testimonio y dar gracias a ALBALÁ por haberme devuelto la vida y poder mirar con otros ojos a mis hijos, mi compañero, mis padres y hermano y demás personas con quienes comparto.

Mi vida durante muchos años fue una ruina debido al alcohol y la droga y con eso hice infeliz a muchas otras personas entre ellas mis seres queridos, creía que estaba pasándola bien pero lo que estaba era destruyéndome y matándome con mis actuaciones; pero apareció ALBALÁ como algo traído del mas allá y comenzó mi cambio, en ALBALÁ encontré todo: amor, cariño, comprensión, deseos de recuperarme, paz, amistad, una familia y lo más importante unas ganas inmensas de vivir para salir a enfrentarme a la vida y cuidar de mi hogar.

Hoy en día soy otra persona, soy optimista, una mujer con ganas de vivir, una gran lectora, conciliadora, colaboradora y consciente de que la vida se vive mucho mejor sin recurrir a esos “extras” que te matan y te arruinan la vida. Por todo esto le doy gracias a la familia ALABALÁ y en especial a todos los que componen esa linda institución que me rescataron y me resucitaron y por eso los amo y nunca los voy a olvidar porque mi vida es otra gracias a ellos, llevo un año limpia de todo lo que me hizo daño y con verdaderas ganas de vivir.

El que lo puede todo los seguirá apoyando por esa magnífica labor de cambiar personas que llegan sin esperanzas de recuperación y ustedes le devuelven la vida. Gracias ALBALÁ: los amo mucho.

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