Les escribo esta carta pensando también en pedirles que les den un saludo cariñoso a todas las personas que a través de su amor, contribuyeron para mi sanación integral en Albalá.
Estoy pasando una época en que cualquier pendejada me hace feliz, le agradezco cada vez más a la vida por todo lo que me ha dado y me sigue dando y lo que antes lo veía como carencia, ahora se ha convertido en conciencia de que tengo mucho más de lo que podría imaginar.
El conjunto de aprendizajes y herramientas, las nuevas formas de pensar y de ver, las nuevas destrezas para observarme y evaluarme, así como la ausencia de la melancolía y la conciencia de mi tendencia auto destructiva, siguieron creciendo como plantas en tierra fértil, y es así como he logrado recorrer más camino en estos años, post Albaleños, que en todo el conjunto de mi vida y hoy me encuentro frente a este computador, lleno de gozo en mi corazón y escribiéndoles esta carta.
Hace un tiempo que el desarrollo cada vez más sostenido y serio de mi oficio exclusivamente como artista, se ha consolidado, ha dado frutos ya que el medio empieza a visibilizarme y no me faltan nunca oportunidades para exponer en diferentes sitios.
También es importante que dejé de trabajar para terceros y ahora lo hago para mi mismo.
Me siento muy agradecido con Albalá porque me hizo saber con mucha fuerza, que yo soy un artista y que lo debo aceptar.
Todos los procesos que se iniciaron en Albalá se han seguido desarrollando, algunos con gran lentitud, pero nunca se han detenido. Fue como haber estado toda la vida encerrado en un cuarto obscuro, actuando a tientas y de repente en Albalá se encendió la luz de la habitación; el resto de la vida ya sucedió con plena visión de lo que existía a mi alrededor.
Mi sobriedad ahora se ha transformado, ya no es una lucha por no consumir, ahora es un tesoro por el cual me felicito y me agradezco, la disfruto con alegría enorme y ya no me cuesta trabajo, no siento nostalgia por los estados alterados. Sé más que nunca, también, que no debo estar confiado.
Cada vez voy avanzando más y más en la vivencia del momento presente y eso ha transformado el mundo, ahora puedo estar feliz, sé que la felicidad es un estado de conciencia y que no depende de lo que antes creía, sino de otras cosas muy distintas.
El aspecto espiritual y religioso de mi vida también se ha enriquecido enormemente. Voy comprendiendo tantas cosas que son relativas a la vida espiritual y no he tenido que dejar a un lado mis creencias católicas. He simplificado al máximo mi relación con Jesús y soy mucho más tolerante con las creencias de los demás.
Hace poco hice el ensayo de enviar una escultura a Medellín por medio del servicio de Servi-entrega. Me la compró un Paisa que fue mi compañero del colegio. Esta era grande y pesada y llegó muy bien, en menos de 5 días y además muy barato. Así que me he propuesto empezar a hacer envíos de mis obras para Albalá a partir del próximo año. En Diciembre tengo una muestra en la ciudad de Guayaquil, en un sitio muy exclusivo, junto a un conocido fotógrafo de mi generación. En enero, ya enviaré una obra a Cali, y como habíamos acordado, enviaré otras más.
Lo bueno de esto es que en estos años, mi arte ha evolucionado bastante y ahora es mucho mejor de cuando recién empecé esta etapa.
Me entusiasma la idea de que existan otros Albaleños en mi territorio o ciudad para poder reunirme con ellos y hacer un apoyo mutuo.
Me despido con un beso, siempre agradecido de mi maravilloso encuentro con ustedes y deseándoles lo mejor del mundo entero. Ustedes merecen eso y mucho más.
Enriquito.